Definición
de Socialización
Se denomina
socialización o sociabilización al proceso a través del cual los seres humanos
aprenden e interiorizan las normas y los valores de una determinada sociedad y
cultura específica. Este aprendizaje les permite obtener las capacidades
necesarias para desempeñarse con éxito en la interacción social.
Partiendo de dicha
acepción y significado de la palabra que nos ocupa es vital que determinemos
que la socialización, no obstante, puede determinarse desde dos diferentes
puntos de vista. Así, por un lado, podríamos referirnos a ella partiendo de la
influencia que la sociedad ejerce sobre el propio individuo. Y por otro lado,
podríamos hablar de socialización de una manera mucho más subjetiva.
En este caso, al
hablar de subjetividad lo que estamos es determinando que el concepto que
estamos tratando también puede contemplarse desde el punto de vista de cómo el
individuo en particular reacciona y actúa como respuesta a la propia sociedad.
Socialización en
otras palabras, la socialización implica hacerse conciente del entramado social
que rodea a cada uno. Este aprendizaje se encuentra posibilitado por entidades institucionales
y sujetos que gozan de representación social, quienes propagan los
conocimientos culturales necesarios. Algunos de los agentes sociales más
importantes son los centros educativos y la familia, aunque no son los únicos.
En este sentido, se hace
necesario subrayar que la familia lleva a cabo la socialización por medio de
dos formas muy diferentes. Así, en primer lugar nos encontraríamos la que se da
en llamar represiva o autoritaria que es la que se basa en la autoridad del
adulto, los premios de tipo material, los castigos físicos o la comunicación de
tipo unilateral.
Un ejemplo de este
tipo de socialización es el que lleva a cabo un progenitor que en ningún
momento intenta dialogar con su hijo, sino que simplemente ordena y pretende
que este cumpla sus órdenes. Sino lo hace pues puede llevar a cabo algún tipo
de castigo en forma de guantazo mientras que si cumple lo que el padre
establece obtendrá como compensación algún tipo de regalo.
En segundo lugar nos
encontraríamos, dentro del seno familiar, la socialización participatoria. Esta
se caracteriza porque se basa en el diálogo entre progenitores e hijos, porque
las recompensas que recibe el hijo no son materiales y porque los castigos no
son físicos sino de tipo simbólico.
Los especialistas suelen
hablar dos tipos de socialización: la primaria (cuando el niño empieza adquirir
habilidades cognitivas y sociales) y la secundaria (que se desarrolla en entes
especializados y con una cierta especificidad, como el colegio o las fuerzas
armadas).
El austriaco Sigmund
Freud, el padre del psicoanálisis, ha definido la socialización desde una
perspectiva del conflicto, como el procedimiento que lleva a un sujeto a saber
cómo debe controlar ciertos instintos naturales (innatos) que resultan
antisociales.
El psicólogo suizo
Jean Piaget, por su parte, se basa en el egocentrismo como uno de los aspectos
más trascendentes de la condición humana, que se controla a través de los
mecanismos de la socialización.
Por último, podemos
mencionar que Robert A. LeVine ha distinguido tres apartados fundamentales en
el proceso de socialización: la culturización, la adquisición del control de
los impulsos y el adiestramiento de rol.
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