FUERZA:
Evoluciona y se incrementa con la
edad, como consecuencia de la maduración del sistema neuromuscular, del aparato
de sostén y de la producción hormonal, por lo cual los mayores incrementos se
producen en la etapas de mayor velocidad de crecimiento.
Hasta los 11 o 12 años, se produce
una evolución similar entre varones y mujeres, a partir de allí se realiza un
importante aumento en los varones, debido a la aparición de la testosterona que
produce una hipertrofia muscular llegando a establecer una diferencia de un 40
% con las niñas. Los valores máximos se alcanzan una vez completado el
desarrollo.
La fase sensible para el desarrollo
de la fuerza veloz y la fuerza resistencia se sitúa alrededor de los 8 años,
para elle se requiere el uso de cargas bajas y muchas repeticiones, que
permitan una elevada velocidad de ejecución. La fuerza veloz es el punto de
partida del entrenamiento de la fuerza.
El aumento de la fuerza en los
prepúberes se debe a factores neurológicos (aumento de las unidades motoras
activadas y mejoría en la coordinación motora y la destreza) y no a hipertrofia
muscular.
Recién después de la pubertad
(individuo adulto) puede hablarse de un apropiado y verdadero entrenamiento de
la fuerza máxima (fase sensible).
El riesgo de lesiones es muy bajo si
el abordaje metodológico es el adecuado, conducido y supervisado por docentes
competentes, capacitados para trabajar específicamente con niños.
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